Un trago con amigas
Un poco más de veinte
y después de la adolescencia
algunas ya no creen en el amor eterno
otras aún lloran por el altar,
el papel, la mentira
que casi hicimos el amor en un auto
que la otra y el otro,
la universidad, la vida
y esos que dejamos de ver
ya hemos dejado atrás
y esos estúpidos primeros besos.
A mí, en tanto, esas cosas
ya me provocan hielos pilares
para mí la luz del amor
se oscurece más temprano.
Algunos días me sorprende,
otros ya no me importan.
A veces me gusta su ingenuidad,
otras, me causan ternura.
Cuando pienso en las madrugadas
cuando la pena es solamente mía.
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